sábado, 29 de septiembre de 2012

Adverbios adjetivos


Algunos adverbios coinciden en su forma con los adjetivos. Se diferencian en que los adjetivos en su uso adverbial son invariables (la forma es siempre masculino singular) y no modifican a un sustantivo sino a un verbo.

Observemos los siguientes ejemplos:
a) La grabación se oyó clarísima.
b) La grabación se oyó clarísimamente.
c) La grabación se oyó clarísimo.

En a) el adjetivo clarísima es un adjetivo predicativo: modifica al sujeto la grabación, con el que concuerda.
En c) clarísimo es un adverbio adjetivo que equivale a clarísimamente en b), de ahí que permanezca invariable.

Algunos de los principales adverbios adjetivos:
  • Primero, rápido, pronto:
Juan lo hace todo rápido y bien.
  • Alto, bajo, fuerte, claro, flojo, lento (con verbos de lengua como decir, hablar, conversar):
Carmen habla muy lento.
Elena habla demasiado bajo.
  • Alto, bajo, torcido, recto, derecho (con verbos locativos y de movimiento como poner; colocar, salir, ir, venir, seguir):
Póngase derecho.
  • Hondo (con respirar, entrar, penetrar, clavar):
Respire hondo.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Verbos intransitivos inergativos e inacusativos


Dentro de la clase de los verbos intransitivos se distinguen dos tipos de verbos con distinto comportamiento sintáctico:

Los verbos inergativos, cuyo sujeto desempeña la función de agente (participante que realiza la acción: María corre).

Los verbos inacusativos, cuyo sujeto es el paciente o tema (participante que sufre algún proceso: Juan ha crecido mucho).

Verbos inacusativos
Este tipo de verbos comparte características de los verbos transitivos y de los intransitivos.
Como intransitivos tienen un único sujeto que no se interpreta como agente, como en los inergativos, sino como paciente; característica que comparten con el objeto directo de los verbos transitivos.

Este único sujeto de los verbos inacusativos comparte otras características con el objeto directo:
La posición típica del sujeto de los inacusativos no es la posición preverbal, como la de los sujetos de los transitivos, sino posverbal: Falta café.

A diferencia de los sujetos preverbales que precisan de un determinante o cuantificador, los sujetos posverbales de los inacusativos pueden aparecer solos (Falta café), como el argumento objeto de los transitivos (Necesito café).

Dentro de la clase de los verbos inacusativos se encuentran los verbos de cambio de estado (envejecer, engordar, florecer) y los verbos de existencia (pasar, suceder, nacer).

viernes, 21 de septiembre de 2012

Clasificación de la oración simple: tipos y ejemplos

Se define oración simple a la que consta de un solo verbo. Las oraciones simples pueden ser de predicado verbal o nominal, según la clase de verbo.
Una oración es simple si, al margen del número de palabras que la compongan, tiene un solo verbo en forma personal. El verbo constituye el núcleo o elemento imprescindible de la oración, mientras que las unidades que lo acompañan se subordinan a él para completar su significado bajo la forma de complementos.

Clases de oraciones simples
La oración simple puede tener predicado verbal o predicado nominal, según que el verbo sea predicativo o copulativo. Las de predicado nominal son las llamadas atributivas o copulativas y se construyen con los verbos ser, estar o parecer y un atributo que califica al sujeto (El coche es grande). Las de predicado verbal se clasifican en activas, pasivas, transitivas, intransitivas, reflexivas, recíprocas, pasivas reflejas e impersonales.

Clasificación de las oraciones simples con predicado verbal
  • Activas
En ellas el sujeto es agente, es decir, realiza la acción indicada por el verbo. 
La policía atrapó al ladrón.
  • Pasivas
El sujeto no realiza la acción verbal, sino que la recibe (es pasivo). Se construyen con los verbos ser o estar seguidos de un participio y pueden explicitar el sujeto que realiza la acción (agente) con un complemento preposicional.
El ladrón fue atrapado por la policía.
  • Transitivas
No llevan complemento directo. 
El niño duerme.
  • Reflexivas
En este tipo de oraciones el sujeto realiza la acción verbal y al mismo tiempo la experimenta, lo cual se manifiesta con un pronombre reflexivo en concordancia de número y persona con el sujeto; el verbo tiene que ser transitivo. Son reflexivas directas si el reflexivo funciona como complemento directo (Yo me lavo) y reflexivas indirectas si realiza la función de complemento indirecto (Ariel se afeita la barba).
  • Recíprocas
Son una variedad de las oraciones reflexivas en las que el sujeto está formado por más de una persona, y cada una de ellas recibe la acción de las otras. El verbo tiene que estar en plural. Son recíprocas directas cuando el reflexivo funciona como complemento directo y recíprocas indirectas, si este realiza la función de complemento indirecto. Estas oraciones pueden reforzar su significado con adverbios o expresiones adverbiales recíprocas, como mutuamente, unos a otros, entre sí…El primero de los ejemplos siguientes es reflexivo directo y el segundo, indirecto: 
Alicia y Mariel se ayudan mutuamente.
Los gatos se prestaban calor unos a otros.
  • Pasivas reflejas
Ocultan el agente de la acción verbal mediante el pronombre reflexivo se, el verbo en tercera persona y un sustantivo en concordancia que funciona como sujeto, pero pasivo: 
Se compra madera.
Se venden pisos.
  • Impersonales
Se construyen con el pronombre reflexivo se, el verbo en tercera persona del singular y no admiten ningún tipo de sujeto:
Se persigue a los ladrones.
Se busca al ganador.
Se alquilan coches.

Los relativos inespecíficos: quienquiera, comoquiera, dondequiera

Los relativos inespecíficos son palabras compuestas formadas por un relativo y el segmento -quiera, que es compartido por elementos no relativos (siquiera).
La forma verbal -quiera, correspondiente al presente del subjuntivo del verbo querer, está gramaticalizada, por lo tanto, no admite flexión de número y carece de otros rasgos verbales.

Dondequiera 
Es un adverbio indefinido que equivale, con verbos de estado a “en cualquier sitio” y suele construirse la expresión junto con el relativo que, por lo que es un error decir dondequiera estés, siempre te recordamos, en lugar de dondequiera que estés. Dondequiera con verbos de movimiento significa “a cualquier parte” y se utiliza generalmente como antecedente del relativo que: dondequiera que estén, dondequiera que vayan.

Este adverbio se escribe en una sola palabra, por lo que no debe confundirse con la combinación del adverbio relativo donde y la primera o tercera persona del presente del subjuntivo del verbo querer, que significa “en el lugar o al lugar que desee”: usted se puede ir donde quiera.

Quienquiera
Es un pronombre indefinido, equivalente de “cualquier persona”. Su uso está limitado al ámbito literario y la construcción correcta es quienquiera que sea, díganle que no estoy, en lugar de quienquiera sea, omitiendo el que. En plural corresponde la forma quienesquiera.

Al igual que dondequiera, quienquiera se escribe siempre en una sola palabra. Este pronombre no debe confundirse con el relativo quien, que combinado con la tercera persona del singular del presente del subjuntivo del verbo querer, significa “el que quiera”: quien quiera lograr el objetivo, debe trabajar más.

Comoquiera
Es un adverbio de modo que significa “de cualquier manera”: la junta se disolvió, y no comoquiera, sino renovándose totalmente. Este adverbio, escribo en una sola palabra, no debe confundirse con la combinación del adverbio relativo como seguido de la primera o tercera personas del singular del presente del subjuntivo del verbo querer, que significa “del modo que desee”: dile que haga como quiera.

Este relativo inespecífico se utiliza en dos construcciones:
  • Con subjuntivo: comoquiera que sea, el tema es que tú no tienes razón.
  • Como locución conjuntiva causal significa “dado que, puesto que”: de esta forma admite los dos modos verbales, aunque es más frecuente el indicativo.
Funcionamiento sintáctico de los relativos inespecíficos
Este tipo de cuantificadores se denominan de "elección libre", pues dan sentido de “elegido al azar”, cambian su significado de acuerdo al contexto. Por ejemplo la expresión díselo a cualquiera que veas, basta con decírsela a una sola persona; en cambio en cualquiera que haga la fila, obtendrá un premio, el premio no lo obtendrá una persona indeterminada, sino la que haya hecho la fila.

El indefinido cualquiera, se integra a este grupo cuando es antecedente de una relativa específica como por ejemplo, cualquiera que quiera ir; o puede usarse, a diferencia de los otros relativos de este grupo, sin relativa: eso lo dice cualquiera.


Clasificación de los pronombres en español

Los pronombres se clasifican en personales, posesivos, reflexivos, demostrativos, objetivos, relativos e interrogativos.
Como clase de palabra, el pronombre se caracteriza porque puede realizar distintos tipos de señalamientos que se relacionan tanto con la situación de la comunicación: los personales, los posesivos, los reflexivos y los demostrativos como con el contexto discursivo: los objetivos, los relativos y los interrogativos.

La denominación general de pronombres responde a que dichas palabras pueden funcionar como distintas categorías gramaticales, según el contexto. Por ejemplo, como un sustantivo en: Yo trabajo; como un adjetivo en: Mi libro, e incluso, como un adverbio en: Las llaves están allí.

Pronombres personales
Son los pronombres que indican a los participantes de la situación de la comunicación, es decir, a los interlocutores: hablante y oyente (yo, tú), o a la tercera persona (él, que no es hablante ni oyente). Sintácticamente, estos pronombres funcionan en la oración como sujeto, objeto o complemento de preposición. Los pronombres que cumplen la función de sujeto se denominan tónicos, porque en la lengua oral llevan un acento de mayor intensidad. Así cuando decimos: Él pintó ese cuadro o Traje flores para ella, tanto él como ella tienen un acento fuerte. Por el contrario, los pronombres objetivos, se caracterizan por su acento débil, por lo que se denominan átonos: Me lo trajo, Quiero decírselo.

Pronombres reflexivos
Acompañan a ciertos verbos de uso frecuente en español. En algunos casos, la acción denotada por el verbo recae sobre el mismo sujeto, por ejemplo: lavarse (Me lavo las manos). En otros casos, el pronombre que acompaña al verbo suele marcar alguna diferencia de significado con la versión sin pronombre: llamar/llamarse, ir/irse, etc. Los pronombres reflexivos son: me (yo), te (tú), se (él) nos (nosotros), os (vosotros), se (ellos).

Pronombres posesivos
Indican posesión o pertenencia relativa al hablante, al oyente o a la tercera persona. Pueden funcionar como adjetivos, en ese caso se anteponen al sustantivo: Mi libro, o como pronombres (adjetivo o sustantivo): El libro es mío. ¿Es tu libro? Sí, es el mío. Los pronombres posesivos concuerdan en género y número con lo poseído: Juana tiene un libro. El libro es suyo.

Pronombres demostrativos
Marcan una relación de proximidad / distancia respecto de los interlocutores. Este señala lo que está cerca del hablante, ese lo que está cerca del oyente y aquel lo que está alejado del hablante y del oyente. Cuando los demostrativos se construyen con un sustantivo concuerdan con él en género y número: Este niño, Aquellos perros.

Pronombres indefinidos
Son los pronombres que aluden a personas o cosas, sin identificarlas. Ellos son: algo, alguien, algún; nada, nadie, ningún; cada, otro; muchos, pocos, varios, bastante, demasiado, todo.

Cuando los pronombres indefinidos nadie, nada o ningún se posponen al verbo, deben combinarse con el adverbio de negación no: No vino nadie a visitarme.
Sin embargo, cuando preceden al verbo excluyen la presencia del adverbio de negación: Nadie sabía alemán.

Pronombres relativos
Estos pronombres se llaman relativos porque establecen una relación entre una estructura subordinada, llamada proposición y un sustantivo al que retoman dentro de la proposición. La lengua española cuenta con la estrategia de poder evitar la repetición del mismo sustantivo expresando dos ideas mediante una única oración: Juan me regaló un libro. El libro no me pareció bueno. El libro que me regaló Juan no me pareció bueno. Los pronombres relativos son: que, quien (el) cual, el/la/lo que, cuanto, cuyo, donde, cuando y como.

Pronombres exclamativos e interrogativos
Esta serie de pronombres es “gemela” a la de los relativos, a excepción de cuyo. La diferencia es que se escriben siempre con acento y encabezan interrogaciones o exclamaciones: ¿Quién vino?, ¿Dónde vive?



jueves, 20 de septiembre de 2012

Los adjetivos fácil y difícil + infinitivo


Los adjetivos fácil y difícil pueden llevar como complemento determinativo un infinitivo. En tal caso, este tiene valor pasivo y no admite pronombres de complemento directo:
Esto es difícil de creer (= de ser creído).
El pescado es fácil de digerir (= de ser digerido).
La filosofía es difícil de explicar (= de ser explicada).

Sin embargo, en la lengua coloquial es bastante frecuente utilizar el infinitivo con ese tipo de pronombres:
Esto es difícil de creerlo.
El pescado es fácil de digerirlo.
La filosofía es difícil de explicarla.

Esta construcción no es muy recomendable. Otra cosa es que prescindamos de la preposición de, pues en ese caso el infinitivo deja de ser complemento determinativo y pasa a ser sujeto de los predicados ser difícil y ser fácil con carácter activo, y entonces sí puede recibir un complemento directo:
Esto es difícil creerlo.
El pescado es fácil digerirlo.
La filosofía es difícil explicarla.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Adverbios que según el uso cambian de valor


Acaso
Es un adverbio de duda, equivalente a locuciones como quizá, quizás, tal vez, a lo mejor. En algunas oraciones, suele ir con el verbo en subjuntivo: quizá no sepa lo que pasó, pero cuando el verbo va en indicativo, la duda es casi una certeza: quizá ya supo lo que pasó.
A veces, usado al comienzo de oraciones interrogativas, adquiere el valor de una afirmación: ¿acaso no sabe que eso está prohibido?, que es lo mismo que decir usted sabe que eso está prohibido.
La expresión si acaso tiene el sentido de “por casualidad”: si acaso él quiere llamarme, lo espero hasta las ocho, que equivale a si por casualidad, él quiere llamarme…
El mismo valor tiene la locución por si acaso, aunque a veces puede equivaler a “por precaución”, como cuando decimos: lleva el paraguas, por si acaso.

Apenas
Es una palabra que cumple varias funciones. Puede ser adverbio de negación, con valor de “casi no”, usado en expresiones como apenas tuvimos tiempo.
También puede cumplir la función de adverbio de cantidad, con el significado de “tan solo”, como en apenas me queda una entrada.
Como conjunción equivale a “tan pronto como” y suele usársela en oraciones como apenas se enteró, trató de comunicarse con él.

Demasiado
El adverbio demasiado es invariable, es decir, que no tiene accidentes de género, número, ni ningún otro. Por ello, la forma correcta para referirnos a ciertas mañanas de invierno, es decir mañanas demasiado frías y no mañanas demasiadas frías.
No sucede lo mismo con el adjetivo demasiada, que admite la expresión demasiadas personas.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Sustantivos: usos del plural y singular


En general, el plural se utiliza para indicar dos o más personas o cosas. Sin embargo, hay sustantivos que solo se utilizan en plural, otros que solo se utilizan en singular, y otros, que tienen valores semánticos diferentes en singular que en plural.

Sustantivos usados solo en singular
La tez, el caos, el cariz, la sed, el este, el oeste, el norte, el sur, el cenit, el zodíaco, la abogacía.

Sustantivos que se utilizan solo en plural
Los anteojos, las cosquillas, los modales, los víveres, los anales, las nupcias, los alrededores, los honorarios, los enseres.

Sustantivos usados tanto en singular como en plural
En algunos casos los sustantivos en singular o plural son semánticamente equivalentes.
Las tijeras - la tijera
El pantalón - los pantalones
El intestino - los intestinos
La tenaza - las tenazas

Sustantivos con significado diferente según el número
El singular o plural no siempre hace referencia a una cuestión meramente numérica.
El bien (valor moral) / Los bienes (posesiones materiales)
La curiosidad (deseos de conocer) / Las curiosidades (hechos o datos pocos frecuentes)
La esposa (cónyuge femenino) / Las esposas (elemento para sujetar las muñecas)
La facción (bando, partido) / Las facciones (rasgos de la cara)

viernes, 14 de septiembre de 2012

La locución conjuntiva o sea


La expresión o sea debe ser escrita en dos palabras. Tiene un claro valor explicativo, así que cualquier otro empleo que no sea con finalidad explicativa sería incorrecto. Según esto, estaría bien empleada en las siguientes construcciones:
Marta, o sea, la amiga de Julia, es hermana de Pablo.
Le dijeron que no la seleccionarían, o sea, que no se presentará a la competición.

Es conveniente no abusar de esta locución cortando constantemente la frase, como por ejemplo:
Ya le hemos dicho, o sea, que es muy difícil que la seleccionen, o sea, que es mejor que no se presente.
Esta repetición constante produce un efecto de vacilación e inseguridad por parte de quien la emplea, y a veces de molestia para los oyentes; sobre todo cuando se utiliza como muletilla (*) del discurso.

(*) El término muletilla viene de muleta, porque sirve como apoyo para seguir hablando o para mantener la atención del que escucha.

Concordancia de alguno y ninguno en construcción partitiva


Los indefinidos alguno y ninguno pueden intervenir en una construcción partitiva como cuantificadores de un pronombre personal. Este tiene que estar en plural porque se refiere a una totalidad de personas de la que aquellos extraen una parte (en este caso, indefinida). La concordancia con el verbo de la oración debe establecerse en 3.a persona y en singular. Es incorrecta la concordancia en plural:
¿Alguno de vosotros se acuerda de eso?
*¿Alguno de vosotros os acordáis de eso?
Ninguno de nosotros tiene problemas.
*Ninguno de nosotros tenemos problemas.

En esta misma construcción, algunos debe mostrar concordancia en plural con el verbo, pero no de persona, pues se prefieren la primera (nosotros) y la segunda (vosotros) a la tercera:
Algunos de nosotros ya lo sabíamos. (preferible)
Algunos de nosotros ya lo sabían.
Algunas de vosotras llegaréis más tarde. (preferible)
Algunas de vosotras llegarán más tarde.

(*) Construcción agramatical.


Fuente: Construir bien en español. Hortensia Martínez.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Clasificación semántica de los adjetivos: calificativos, relacionales y adverbiales



Calificativos                                Relacionales                                Adverbiales
Adscriben propiedades a los sustantivos
Indican la manera en que la noción del sustantivo se puede aplicar al referente: el nuevo novio, el supuesto culpable.
A partir de sus  rasgos constitutivos, referidos a su constitución física o a su valoración.

Pueden ser valorativos (buen hombre) o constitutivos (hombre alto).
A partir de su vínculo con otro referente: paseo campestre, festival internacional, acuerdo presidencial, paro rural.




Según su relación con el sustantivo núcleo los calificativos pueden ser:

Estables: eligen el verbo ser: es feliz.
Transitorios: eligen el verbo estar: está feliz.
Absolutos: asignan al sustantivo una propiedad fuera de una escala: auto rojo.
Relativos: se aplican en relación con una escala: auto grande (en relación con otros autos).
Especificadores del referente: el auto grande (ese, no los otros que no son grandes).
Explicativos: el auto, grande,…

domingo, 9 de septiembre de 2012

Las preposiciones a y en en español


Tanto la preposición a como la preposición en pueden llevar como término de preposición un sustantivo de espacio (calle, casa, playa, Barcelona) pero:
  • Con la preposición a, el elemento rector es un verbo de movimiento (el principal significado es “destino”).
  • Con la preposición en, el elemento rector es un verbo estático (el principal significado es “situación, ubicación”).
Así pues, la preposición a pone en relación un movimiento con un espacio, que es el destino del movimiento; mientras que la preposición en sitúa en un espacio:
Voy a la cocina.
Se ha quedado en la cocina.

Si el verbo de movimiento indica un movimiento “dentro de” se usa la preposición en y no la preposición a (introducir en, meter en, inyectar en, penetrar en, etc.).

Las preposiciones a y en con el verbo entrar
Con el verbo entrar pueden usarse tanto a como en. En la elección de una u otra preposición parecen existir ciertas preferencias dialectales: en el español europeo es más frecuente entrar en, mientras que en la América hispanohablante suele preferirse entrar a:
¿Has entrado ya en el cine / al cine?

En otros casos el uso de a o en implica una diferencia de significado o matiz:
Sentarse en la mesa (= encima de la mesa).
Sentarse a la mesa (= acomodarse para comer).

Nos vemos en la salida (= en la puerta de salida).
Nos vemos a la salida (= cuando se sale).

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Adverbios preposicionales


Esta clase de adverbios posee una serie de características especiales que la sitúan en una zona intermedia entre los adverbios y las preposiciones. Tienen, como las preposiciones, un significado locativo, pero su comportamiento sintáctico es diferente.
Una de las características de la preposición es que exige obligatoriamente un complemento, un término, a diferencia de los adverbios, que no admiten complementos. Las preposiciones son, por tanto, transitivas y los adverbios intransitivos.

Los adverbios preposicionales, sin embargo, presentan características adverbiales y preposicionales al mismo tiempo:
Expresan relaciones locativas.
Pueden llevar o no complemento, es decir son transitivos.

Además, los adverbios preposicionales tienen una distribución muy similar a las preposiciones.
El complemento de los adverbios preposicionales tiene que ser siempre un sintagma preposicional introducido invariablemente por de. Esta característica, típicamente nominal, acerca también estos adverbios a los sustantivos:
Lo puso arriba.
Lo puso sobre la mesa. *Lo puso sobre.
Lo puso encima de la mesa. Lo puso encima.

Preposición
Adverbios preposicionales
(transitivos)
Adverbios intransitivos
sobre
encima
arriba
bajo
debajo
abajo
ante
delante
adelante
tras
detrás
atrás
en
dentro
adentro
frente a
enfrente


fuera
afuera

cerca


lejos



sábado, 1 de septiembre de 2012

Concordancia de los pronombres relativos que y quienes


Los pronombres relativos que y quienes deben respetar la concordancia con la persona y el número expresados en la desinencia del verbo con que se relacionen en cada caso.

Que es una palabra invariable, por lo que esa concordancia se refleja en el artículo. Las formas del singular el que, la que y la neutra lo que pueden representar al sujeto de la oración, pero para ello el verbo tiene que ir obligatoriamente en tercera persona del singular; no se admiten otras:
El que lo sabe guarda el secreto.
La que cantaba era su hermana.
Lo que ocurrió es horrible.
Sin embargo, las formas del plural, los que, las que, pueden ser sujetos de un verbo en primera o segunda persona:
Las que bailamos somos nosotras.
Los que queráis salir debéis pedir permiso.

Los relativos que y quienes con el verbo ser
Con el verbo ser, a veces se utilizan los relativos el que, la que, quien, con la primera o segunda persona, cuando debieran llevar el verbo en la tercera:
El que lo descubrí fui yo. El que lo descubrió fui yo (preferible).
Tú eres la que sabes más. Tú eres la que sabe más (preferible).

Ahora bien, si el pronombre sujeto es nosotros o vosotros, solo se permite la concordancia en primera y segunda persona de plural, respectivamente, y se rechaza la tercera:
Éramos nosotros los que lo sabíamos (*…los que lo sabían).
Fuisteis vosotras quienes lo dijisteis (*Fuisteis vosotras quienes lo dijeron).

Los plurales los que, las que exigen el verbo en tercera persona del plural si llevan la preposición de, aunque se refieran a los pronombres personales yo, tú, él:
Yo soy de los que opinan que hay que cambiar (*Yo soy de los que opino…).
Pero si llevan el artículo indefinido uno(a) como antecedente, admiten el verbo en singular o en plural, indiferentemente:
Yo soy uno de los que opina(n) que hay que cambiar.
Tú eres una de esas que lo sabe(n) todo.

Con los pronombres nosotros(as) y vosotros(as), estas mismas formas, además de su concordancia respectiva con la primera y la segunda persona, también admiten la tercera en el verbo si el relativo lleva la preposición de:
Nosotros somos de los que viajamos poco (= de los que viajan poco).
Vosotras sois de las que creéis que todo es muy fácil (= de las que creen que todo es muy fácil).

El pronombre relativo quien
Quien, por su parte, debe mantener concordancia de número con el sustantivo al que se refiere (solo pueden ser de persona). La falta de concordancia se considera incorrecta:
No abras, sean quienes sean los que llamen (*No abras, sean quien sean los que llamen).
No tienen amigos a quienes acudir (*No tienen amigos a quien acudir).